El universo es un tanto irónico. No sabéis la de veces que le he llegado a pedir que el tiempo se parara, que no fuera tan rápido… y que curiosa forma en la que me concedió el deseo.
Me hubiera imaginado pulsando el botón de pause en mi playa favorita de Los Caños, jugando con mi hijo, viajando en familia, o en cualquiera de las conversaciones que solía mantener con mi abuela, pero de ningún modo encerrada en casa sin poder salir.